“Una subida del IVA, después de la situación de crisis que hemos atravesado sería perjudicial para las empresas y para el conjunto de la actividad, y sería quizá también de muy escaso efecto recaudador para Hacienda, que recaudaría menos por la caída de actividad, y menos por la caída de beneficios y pérdidas de las empresas”.
Así se expresan sobre la conveniencia de mantener un IVA reducido en hostelería desde la Federación Española de Hostelería (FEHR), cuyo Secretario General, Emilio Gallego Zuazo, ha escrito el siguiente ARTÍCULO DE OPINIÓN:
“España dispone de un tipo reducido en las actividades de turismo por la importancia que la actividad turística tiene para el crecimiento económico de nuestro país, la creación de empleo, pymes y autónomos y el equilibrio territorial. Resulta estratégico apoyar el sector turístico por la capacidad de sostenimiento de empleo, generación de empleo juvenil y dispersión sobre todo el territorio, especialmente en zonas con problemas de despoblación donde no encuentran otras posibles vías de generación de economía, riqueza y empleo.
Destacar que la hostelería, siendo motor de consumo y motor económico, es un sector intensivo en la creación de empleo, que además articula territorialmente el país al estar compuesto por un gran volumen de autónomos y pequeñas empresas, muchas de ellas de carácter familiar.
El turismo es un motor económico para España que no podemos castigar. Por ello es necesario mantener nuestra posición actual para mantener la competitividad y no dar un golpe a nuestro sector por un cambio en el marco regulatorio fiscal.
En este sentido, desde FEHR aplaudimos la reacción rápida que ha tenido el Gobierno español ante la recomendación del FMI para que suba el IVA, al afirmar, en palabras del ministro Montoro que nuestro país no necesita subir impuestos y menos el IVA. Al tiempo que expone que el FMI no tiene una visión del conjunto del país. España tiene un desequilibrio económico en la fiscalidad, dado que tenemos un déficit importante, pero nuestra economía tiene otros desequilibrios. Uno de ellos es el tremendo desempleo que afecta a la población y en especial a los jóvenes.
Los tipos impositivos del IVA en España, igual que en el resto de los países europeos, tienen que ajustarse a lo dispuesto en el Título VIII de la Directiva del impuesto, que, actualmente establece que el tipo impositivo normal no podrá ser inferior al 15 por ciento (salvo algunas excepciones regionales), sin límite superior, aunque los Estados miembros podrán aplicar uno o dos tipos reducidos, no inferiores al 5 por ciento, salvo en los supuestos del artículo 114 de la Directiva, en que podrán ser aún más reducidos (entre los que se encuentra el caso español). Dentro de estos límites, los diferentes Estados miembros han aprobado distintos tipos impositivos y, dentro de cada país, estos han ido cambiando para adaptarse a cada coyuntura histórica y económica.
El IVA aplicado en España a la hostelería se encuentra recogido en el tramo reducido. Por tanto, se aplica un 10% de IVA a hoteles, restaurantes, colectividades y catering. Mantener el tipo reducido es necesario para asegurar la competitividad de la industria europea frente a la mayor competencia por menores costes sociales y medioambientales de otras zonas emergentes a nivel mundial.
Los tipos de IVA reducidos se aplican al sector hostelero en la mayoría de países europeos. Por debajo o en el mismo porcentaje que España se encuentran: Luxemburgo (3% – IVA superreducido), Holanda (6%), Polonia (8%), Suiza (2,5%/8%), Chipre (5%/9%), Rumanía (9%), Francia (5,5%/10%), Italia (10%), (Bélgica (6%/12%), y Austria (10%/13%). Ligeramente por encima: Islandia (11%), Suecia (12%), Croacia (13%) y Finlandia (14%). Mención especial merece el caso de Portugal donde el IVA aplicado a los establecimientos de restauración subió diez puntos en 2012, cuando el país se encontraba bajo el programa de rescate financiero, pasando del tipo reducido (13%), al general (23%). Esto no sólo no generó el aumento de los ingresos que esperaba el Gobierno, sino que la recaudación se redujo. El pasado mes de julio volvió al tipo reducido del 13%, medida que se considera mejorará la economía y fomentará la creación de empleo en el sector.
Todos estos países coinciden en identificar el turismo y la hostelería como sectores tractores de actividad económica y empleo. Ofreciendo oportunidades a los jóvenes y asegurando la competitividad del sector turístico frente a otras zonas del mundo que ofrecen condiciones precarias del sector, sus trabajadores u otras medidas de dumping. Por tanto, están dando unos buenos resultados en términos de competitividad y sostenimiento del empleo incluso en tiempos de crisis.