Un mes más. El Govern retrasará un mes la aplicación del nuevo impuesto sobre bebidas azucaradas, hasta el próximo 1 de mayo. La entrada en vigor estaba prevista por la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat del 2017 para este sábado 1 de abril. Está previsto que el Ejecutivo catalán apruebe el martes que viene un decreto en el que prorrogará la puesta en marcha del gravamen.
La industria, la distribución y la hostelería, aunque conocieron en noviembre pasado que se iba a aprobar este nuevo impuesto, exigían al menos tres meses de demora por considerar «del todo inviable» el plazo fijado por la Generalitat. En un comunicado conjunto, han expresado su «enorme preocupación por la precipitada entrada en vigor» de este nuevo impuesto, del que han criticado que crea mucha confusión y complica la gestión de las compañías que operan en un mercado único.
El efecto directo del impuesto de las bebidas azucaradas es una carga sobre los costes de distribución, que presumiblemente repercutirán en los precios de venta. La entrada en vigor era conocida desde el pasado noviembre. El coste añadido será de menos de un euro por litro en cualquier caso, mientras los ingresos previstos por el Govern serían del orden de 41,3 millones de euros anuales. El nuevo impuesto ha generado dudas en el sector, que el Govern ha intentado responder en los últimos meses.
En concreto, suscriben este planteamiento la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (Aces), la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Adeas), el Consejo de Empresas Distribuidoras de Alimentación de Catalunya (Cedac), la Federación Española de Hostelería (Fehr), la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab) y Marcas de Restauración, que representa a empresas como McDonald’s, KFC, Vips y Rodilla.
POCO TIEMPO
Los firmantes del comunicado defienden no haber tenido «tiempo material» para preparar sus sistemas de gestión y poder asumir el cambio que supone tener que recalcular y modificar el precio de una gran cantidad de productos antes del próximo sábado. Como consecuencia, la cuenta de resultados de las compañías se verá directamente afectada. Han recordado que, de acuerdo al texto aprobado, las empresas tienen la obligación de hacer la liquidación del primer trimestre de aplicación del impuesto (abril, mayo y junio) el próximo 1 de julio, lo que exige tener todo el sistema listo para repercutir el impuesto este mismo fin de semana.
«La nueva obligación fiscal requiere de ajustes informáticos, muy costosos en recursos económicos y en tiempo de programación, que no podrán realizarse hasta no conocer los requerimientos incluidos en su desarrollo reglamentario, pendiente de aprobación», han aseverado.
REPERCUSIÓN AL CONSUMIDOR
El sector añade que las implicaciones del nuevo impuesto tampoco se han trasladado «convenientemente a los consumidores a pesar de estar claramente afectados». En concreto, el gravamen se aplicará a refrescos o sodas, bebidas de néctar de frutas y zumos de frutas, bebidas deportivas, bebidas de té y café, bebidas energéticas, leches endulzadas, bebidas alternativas de la leche, batidos y bebidas de leche con zumo de fruta, bebidas vegetales y aguas con sabores.
Fuente: elperiódico